La vida es un juego.
Las personas felices son las que juegan. La infelices son las espectadoras, sólo observan.
¿Cuál de estas dos te gustaría ser?
La felicidad del mañana depende de la felicidad de hoy.
La pregunta es: ¿Qué semillas de felicidad piensa sembrar antes de que termine el día?
Para poder disfrutar mejor de ese fenómeno misterioso e imprevisible llamado vida, no te preocupes tanto buscando su secreto.
Personas más sabias que tú y yo lo han intentado sin mucho éxito.
Además, para disfrutar plenamente de la vida no es necesario entenderla del todo.
Ten en cuenta que lo importante no es cómo se consigue la felicidad.
En verdad, no sólo no interesa cómo se logra, sino que tampoco importa si al final se alcanza.
Piensa en las posibilidades que tienes de no ser feliz en tu vida, y tendrás una existencia bastante buena.
Pareciera que a la felicidad no le gustaran las personas ávidas por ella.
La búsqueda desenfrenada de la felicidad es la causa principal de la infelicidad.
Entonces, no te esfuerces tanto en ser feliz, y aprovecha los buenos momentos.
Para poder experimentar mayor felicidad en tu vida, es necesario, muchas veces, mirar hacia atrás antes de avanzar.
No te preguntes por qué.
Varias cosas funcionan mejor en la práctica que en la teoría.
Tener éxito en este juego llamado vida, en general, no cuesta mucho trabajo.
Dedícale un tiempo a pensar en lo que realmente quieres.
La respuesta puede sorprenderte.
La desdicha es no saber lo que queremos y desgastarnos para conseguirlo.
Don HEROLD
Una meta para alcanzar;
alguien a quien amar;
alguna cosa para apreciar hoy; y algo para considerar mañana,
Todo esto produce felicidad.
¿Qué más quieres?
Más importante que saber qué quieres en la vida
es saber lo que no quieres.
Permítete abandonar aquellas cosas que no te hacen feliz.
Paradójicamente, no son siempre las cosas más fáciles de desechar.
Es evidente que, si has estado buscando la felicidad y no la has encontrado,
es porque lo has hecho en los lugares equivocados.
No permitas que los publicitarios u otras personas determinen qué quieres hacer en la vida.
Como anunciaba un grafiti: "Nos dará escasa satisfacción lo que realmente no necesitamos".
Comprende que un deseo no es una necesidad.
Todas tus necesidades están satisfechas ya.
Y así ha sido desde que naciste.
De lo contrario, no estarías vivo ahora.
Puedes prescindir de la mayoría de tus deseos durante, al menos, una o dos semanas.
Si contienes un deseo por un tiempo prolongado, probablemente desaparecerá.
El deseo desenfrenado por las cosas conduce a la desdicha en este mundo.
Cuando sientas un deseo muy grande por algo, trata de eliminarlo.
No desear las cosas es mejor que poseerlas.
Y mucho menos complicado.
Considera verdaderamente como una bendición que no se te conceda todo lo qué pidas.
De acuerdo con santa Teresa de Ávila, "Más lágrimas son derramadas sobre oradores complacidos que sobre oradores insatisfechos".
Ignorantés de nosotros mismos, pedimos nuestros propios perjuicios, cuyos sabios poderes nos privan de hacer nuestro propio bien.
WILLIAM SHAKESPEARE
Es preferible no perder el tiempo y la energía intentando echarle la culpa a los demás de nuestra falta de felicidad.
Nadie es capaz de afectar nuestra calidad de vida.
Y adivina qué.
¡Nadie lo hace!
Excepto tú, es decir, con tus propios pensamientos y actitudes en respuesta a lo que hacen los otros.
Ernie Zelinski
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